
¡HOLA, SOY ADRIANO¡
Creo que todas las personas tienen un potencial extraordinario de vida y que solo necesitan las herramientas adecuadas para sacarlo a relucir.
Mi objetivo es ayudarte a que lo logres tú también.
SOY ADRIANO ANGELO, FORMADOR Y TERAPEUTA DESDE HACE MÁS DE 20 AÑOS Y fundador DE TAO PRÁCTICO.
Mi propósito es darte el impulso que necesitas para superar tus límites y desplegar los talentos con los que naciste
Me dedico a ayudar a los demás a encaminarse en la exploración interior para crear una experiencia de vida más plena y realizada. Adoro aprender y transmitir las enseñanzas y prácticas que permiten alcanzar estados ulteriores de salud y claridad mental.
Quizás suene pomposo y complicado. También lo parecía aprender a andar, aunque no lo recordemos. Caímos y nos levantamos muchas veces. Aquí tienes una mano para recuperar tu equilibrio.
Con el Tao Práctico, puedo ayudarte a superar los obstáculos que te impiden lograr desplegar todas tus aptitudes innatas.
Soy instructor de Tai Chi, representante del linaje tradicional como 21ª generación del estilo Chen y 4ª de Hun Yuan; instructor del sistema I Ching Dao, formador de Chi Nei Tsang y terapeuta. Me defino también como practicante y cantaor de mantras,
Tras más de 20 años de trayectoria profesional tanto a título individual como asistiendo a los maestros Pedro Valencia y Juan Li, fundé Tao Práctico, con el que ayudo a personas insatisfechas con su vida a superar los obstáculos que le impiden gozar de buena salud física y mental y a decidir su rumbo de vida con claridad y confianza.
HE TENIDO QUE RECORRER UN LARGO CAMINO HASTA LLENAR MI VACÍO INTERIOR Y SABER QUÉ HACER CON MI VIDA
Esta es mi historia… y quizá también la tuya
NUESTRA SOCIEDAD NOS IMPONE UN ESQUEMA PREDEFINIDO DE VIDA COMO ÚNICA OPCIÓN PARA CONSEGUIR LA FELICIDAD.
A los 28 años ya había logrado obtener todas aquellas cosas “imprescindibles” para tener una vida feliz según los cánones de nuestra sociedad: casa propia, trabajo indefinido y pareja estable. Un día, sentado en el cómodo sofá de mi casa, la película de mi vida se proyectó espontáneamente ante mis ojos: me veía casándome, teniendo hijos, yendo a trabajar… y pensé: ¿Así siempre? ¿la vida es solo esto y… nada más?.
ME SENTÍ MUY VACÍO. ABSOLUTAMENTE VACÍO Y DESASOSEGADO.


Igual de desasosegado que quien no ha logrado nada. Mi cabeza iba a mil por hora, intentando procesar el “por qué” de mi desdicha y dolor, aún y haber cumplido con mi parte para con la sociedad. Por qué las personas sufríamos, por qué la sociedad nos imponía vivir en un sistema de creencias tan limitante y, sobre todo, por qué nos resignábamos a seguirlo sin más.
CUANDO NO LOGRAMOS LAS COSAS, CREEMOS QUE «ES ESO» LO QUE NOS FALTA: JUSTO LO QUE NO HEMOS PODIDO ALCANZAR.
Ahora sé que era VACÍO EXISTENCIAL.

Pero estaba de enhorabuena:
CUESTIONARSE LA EXISTENCIA ES PASO IMPRESCINDIBLE PARA INICIAR NUESTRO PROPIO CAMINO. EL QUE NOS SINTONIZA CON LA ESENCIA DE LO QUE SOMOS, Y QUE LOS ANTIGUOS LLAMARON EL TAO

Fue entonces cuando me convertí en un ávido buscador de respuestas entre lo que tenía más a mano, los escritos de los clásicos del pensamiento y la naturaleza humana: enseñanzas sobre budismo, hinduismo, taoismo, cristianismo… Y vaya, todos coincidían en que era necesario meditar.
¿Meditación? Yo no tenía ni idea de que era eso pero parecía algo importante, así que decidí aprender. Recurrí nuevamente a los libros, pero me resultaba imposible ponerlo en práctica: a los pocos segundos de intentarlo me picaba el cuerpo, no me podía estar quieto, me incomodaba… en fin, un desastre.
Por fortuna, más tarde me enteré que existía algo llamado Tai Chí o “meditación en movimiento” y pensé, “¡aaah, esto será más fácil que quieto parao!», y me puse a ello. Pero esta vez dejé la teoría a un lado: cerré los libros y busqué a alguien para que me guiara.
NO FUÉ FÁCIL, NI RÁPIDO, PERO LO CONSEGUÍ.
El maestro Pedro Valencia me abrió las puertas hacia el mundo del autoconocimiento y la espiritualidad. Gracias a él y a través de la práctica del tai chí, experimenté las íntimas relaciones que existen entre los procesos bioenergéticos del cuerpo, las emociones y el funcionamiento de la mente.

Descubrí que cuanto más relajado y flexible está el cuerpo, más calmada y brillante está la mente. Que utilizando ciertos sonidos podía administrar mi estado de ánimo. O que aprendiendo a utilizar el movimiento de cierta manera resultaba fácil llegar a la más completa y pacífica quietud.
Pocos años después conocí al maestro Juan Li y, de su mano, las prácticas taoístas avanzadas. A través de sus enseñanzas comprendí, entre otras cosas, la importancia de las relaciones familiares y personales, la influencia de la línea ancestral y la relevancia del mundo onírico para la comprensión de la psique.
SIN SABERLO NI PROPONÉRMELO, ME HABÍA INICIADO EN EL CAMINO DEL TAO.

DESDE EL 2002 ME DEDICO POR COMPLETO A IMPULSAR A PERSONAS INSATISFECHAS CON SU VIDA A GANAR CLARIDAD, SUBIR SU ESTADO VITAL Y RECUPERAR LAS RIENDAS DE SU VIDA.

Yo he tenido la inmensa suerte de encontrar personas extraordinarias que me han ayudado a superar “lo insuperable”, y siempre quise devolver el favor ayudando a otras personas que aún no saben lo extraordinarias que son.
ESTOY CONVENCIDO DE QUE TÚ ERES UNA DE ELLAS.
Porque cuando conoces a otros que han superado las mismas dificultades que tú tienes ahora y te dan los instrumentos adecuados para ir más allá, sabes que el tuyo no es un camino solitario y que todo es posible.
Me encantará saber si conectamos
No esperes más. Empieza a construir tu propio camino hoy
¿Quieres conseguir calmar tu inquietud en menos de 10 minutos?
Suscríbete a mi lista y recibe en tu correo un AUDIO GRATUITO que te guiará paso a paso para lograrlo.

Responsable: Adriano Angelo (para servirte). Finalidad: enviarte información. Legitimación: Tu consentimiento. Destinatarios: Tus datos los guardará MailChimp, que está acogido al acuerdo de seguridad EU-US Privacy. Derechos: En cualquier momento acceder, cambiar y eliminar tus datos. Más información en la Política de Privacidad.