Los estados de la mente. La mente fluctúa en cinco estados principales, de los cuales tres son muy comunes y a su vez problemáticos. Los mantras ayudan a establecerse en los dos que son útiles y de gran potencial.
Las ocho capas del ser humano. Tradicionalmente llamados “cuerpos”. Tenemos un cuerpo físico. Tenemos un sistema energético que lo anima. Tenemos un conjunto de emociones que nos afectan de una manera u otra, y así hasta cinco aspectos más que conforman lo que somos.
Los siete grados de la conciencia individual. A lo largo de la vida del individuo se desarrollan siete aspectos de la conciencia con sus propias necesidades y su potencial. Conocerlos es fundamental para comprender qué hace falta sanar a niveles muy profundos.
Los mantras raíces. Son el instrumento más eficaz para sanar la mente en todas sus dimensiones.
Cómo integrar la práctica de mantras en la vida cotidiana. La gracia de los mantras es que se pueden integrar en cualquier situación de la vida. Aprenderemos a hacerlo.
Los mantras raíces, practicados con constancia, suministran una fuente inagotable de bienestar que, además, es acumulativo. Cada vez que se repiten sube un grado de paz interior, estabilidad mental, centramiento y claridad.
Esto ocurre con la práctica de cualquier mantra tradicional. Su esencia misma contiene esas cualidades y es el motivo por el que es una de las prácticas más antiguas que perduran en nuestros días.